lunes, 25 de febrero de 2008

III. ME CUENTAS ...... TE CUENTO

¿PORQUE DEBEMOS HACER INVESTIGACIÓN EDUCATIVA EN LAS AULAS?

Los profesores debemos reflexionar colectivamente en torno a la práctica pedagógica y contrastarla con los principios básicos que definen a la educación para la paz. La investigación de la práctica pedagógica le permite a los docentes diagnosticar y tomar consciencia en que medida están contribuyendo a concretar en acciones pedagógicas los principios que definen a la educación para la paz.
Es importante que los docentes, desde una mirada crítica, en un diálogo franco y participativo, descubran los subyacentes que sustentan lo que dicen y hacen, y los analicen a la luz de los componentes que conforman una educación para la paz.
La investigación de la práctica pedagógica ha sido planteada - en el marco de la investigación cualitativa (Taylor,S.J y Bodgan ,R. 1986) y de la investigación –acción participativa (Salazar,M.C 1992) como un modelo de capacitación de profesores tendiente a modificar su rol llevándole desde una postura de reproductor a constructor de conocimiento, es decir a elaborar teoría pedagógica a partir de la investigación educativa, eliminando de esta manera la disociación que tradicionalmente se ha planteado entre teoría y práctica ( Carr y Kemmis 1988; Kemmis 1988, Assael, J, Edwards V, 1992; Phil Francis Carspeccken1996).


Empleando un enfoque etnográfico los docentes se aproximan a las interacciones que se generan en escuela con el fin de ir descubriendo en que medida la "cultural escolar " contribuye u obstaculiza una educación para la paz. En otras palabras, se trata que, partir de los acontecimientos observados en las salas de clase, en la disciplina escolar, en los rituales y en las modalidades de transferencia, apropiación y evaluación del conocimiento, los propios docentes, en reuniones colectivas, le otorgan significaciones a estas prácticas. Por sobre todo responden si estas prácticas promueven la tolerancia, la no discriminación, la no-violencia, el respeto de los derechos humanos, la justicia social, la democracia, la libertad, la igualdad de oportunidades, componentes todos y esenciales de una educación para la paz.